sábado, 1 de octubre de 2011

La Eucaristía en las obras de san Juan Crisóstomo

De la lectura del libro de texto realiza un comentario sobre la reflexión de san Juan Crisóstomo sobre la Eucaristía

53 comentarios:

  1. San Juan Crisóstomo nos presenta grandes y profundas enseñanzas sobre la eucaristía y sobre aquél que la celebra, es decir, del sacerdote, a quien con un escrito lo compara con Elías y que a la vez lo hace superior pues mientras Elías hace bajar fuego del cielo, el sacerdote hace bajar al mismo Cristo en su cuerpo y sangre eucaristizados de modo que ha de procurar tener las manos santas y una lengua pura que sea digna de pronunciar las palabras que hacen que el Espíritu Santo descienda sobre las ofrendas. Con la dignidad de la entrega de Cristo, el cristiano ha de disponerse para recibirlo; Sn Juan Crisóstomo refiere a la permanencia de los ángeles en el sepulcro cuando ya estaba vacío cómo no entender su presencia frente a la Eucaristía que es nuestro alimento que conserva el alma y que nos ha de mantener fusionados como los granos de trigo que triturados forman un mismo pan. Atte. Juan Carlos Eduardo Gómez Limón.

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  2. SAN JUAN CRISÓSTOMO Y SU DOCTRINA EUCARÍSTICA
    El “Boca de oro” en su basta doctrina, nos recalca la excelencia del sacrificio eucarístico y la forma maravillosa como el Espíritu Santo desciende, por manos del sacerdote, para transformar ese pan y vino, que después consumirá como cuerpo y sangre del Señor. Qué pureza tan grande no ha de tener el que esto hace……… pues, incluso, los ángeles y arcángeles le rodean, que maravilla, que magnífico don, sin duda alguna merece ser agradecido y es por eso que los fieles le han de ofrecer al Señor sus virtudes, sus cualidades y no sólo eso hay que saber ofrendar lo que tenemos y somos a los que nos rodean, a los necesitados, así como hemos disfrutado del convite divino, compartamos los convites humanos. Este será el efecto de Cristo en nuestras vidas o mejor dicho será l forma de actuar del que está vivo, del que vive en mí. Roberto García Durán.

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  3. Llamado también "Doctor de la Eucaristía" se dedicó a predicar con grandes discursos que son vigentes, tuvo una gran pasión a la Eucaristía, un gran don para comunicar, catequizar e instruir. La valoración del sacerdote y su coherencia de vida fue algo muy particular, además de su sensibilidad al Banquete Divino, hace de él un ejemplo para cómo cada uno de nosotros debemos vivir la Eucaristía, cómo debe ser la disposición tanto interna como externa. Nos deja claro que una Eucaristía cuando se vive realmente ayuda a la persona y a los demás. La invitación es evidente, debemos de saber proclamar la Buena Nueva, pero antes de hablar debemos vivir un encuentro con Aquel a quien se va predicar. Además que ayuda a comprender cada letra del Evangelio y cada paso de la liturgia. Juan José Sánchez Delgado.

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  4. San Juan Crisóstomo trata de hacer la doctrina eucarística una doctrina cercana para todo cristiano.La Eucaristía es el cuerpo del Señor revestido del Espíritu santo y quien se acerque a él no puede quedar sino transformado en él. Las catequesis de este Padre nos invitan a conocer, a amar y a seguir a Jesús el Señor; el seguimiento no puede ser de otra forma sino radical y fortalecido por el alimento que da la vida eterna. Dios es el que se nos da en ese Banquete Sagrado, él nos ha preferido a los ángeles y el Padre nos ha preferido a su Hijo pues nos lo ha dado y él se ha dado a nosotros en este magnífico don. JOSÉ LUIS IÑIGUEZ GARCIA.

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  5. Con elocuencia y belleza literaria San Juan Crisóstomo expone su doctrina eucarística, que es amplia, centrándose siempre en la persona de Cristo, que es el único que puede salvar y evitar el infierno a las almas. Importante es también la acción del Espíritu, que como fuego, enciende nuestros corazones y los deja más brillantes que la plata. En la Eucaristía también los ángeles se unen para rogar por la humanidad. Por otra parte las respuestas del pueblo deben ser con verdad de corazón, como cuando decimos tener levantado el corazón hacia el Señor, se exige verdad y fidelidad.
    Un comentario eminenete es cuando señala que Cristo, siendo Dios, no escatima en darnos su Cuerpo y su Sangre, y nosotros por qué si escatimamos en dar al necesitado. ¿Cuestionante no...?
    ATTE: SERGIO A. GARDUÑO OSORIO

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  6. Nos hace comprender la grandeza de la Eucaristía y nuestro compromiso. Pues el sacerdote es el medio para hacer la obra divina de bajar a Cristo al pan y al vino, y librarnos del infierno por la Eucaristía y el Bautismo, esto le exige santidad. A los creyentes les pide ofrecer sus dones, despegando el corazón de lo terreno, no traicionando al Señor como Judas, cuidando las divisiones, en lucha contra Satanás. Cristo se ofrece por nuestra salvación y los ángeles rinden adoración.FRANCISCO JAVIER CERVANTES RAMÍREZ

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  7. ElSacrificio de la Eucaristía Es el milagro por excelencia tanto que el que no come y ni bebe el Cuerpo y la Sangre del Señor no tiene vida. Esto supone una gran santidad por parte del sacerdote. JUAN MANUEL ALVAREZ MAYORGA.

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  8. COMENTARIO DE SAN CIRILO DE JERUSALÉN

    El Sacerdote es un ministro de Cristo. Dios le confiere un poder especial para convertir el pan en el Cuerpo y el vino; en la Sangre de Cristo, a lo cual, no se puede llegar a dudar de su presencia y su existencia. Aquí interviene el signo sensible de la fe y al consumir su Cuerpo dignamente, nosotros también nos santificamos. Esta unión nos une al misterio de Cristo, haciéndonos participes con los seres celestes. JOSÉ EMMANUEL GONZÁLEZ LOZA

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  9. COMENTARIO EUCARISTICO DE S. JUAN CRISOSTOMO

    En el Sacrificio Eucarístico, no se debe de ignorar el momento en el que el Sacerdote impone las manos sobre el cáliz; baja el Espíritu Santo para transformar los dones del Pan y el Vino; en su Cuerpo y su Sangre. Misma es la analogía cuando se imponen las manos sobre el penitente, en el momento de la confesión; cuando se descubre su desnudez por el pecado y se reviste de la gracia de Cristo, llega a su plenitud cuando el hombre devuelve todo lo que tiene a su Creado y se queda sólo con Dios. JOSÉ EMMANUEL GONZÁLEZ LOZA

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  10. DOCTRINA EUCARISTICA DE SAN JUAN CRISOSTOMO
    es crisostomo el "boca de oro" quien en su doctrina eucaristica expresa la excelencia del sacrificio eucaristico, el sacerdote es quien por invocacion del Espíritu Santo hace preesente a Jesucristo en las especies eucaristicas, hace entonces una invitacion a todo creyende a comulgarle para tener vida eterna, celebrar de esta eucaristia supone del sacerdote una gran santidad, es en ese momento que angeles y arcangeles se acercan para rogar por la humanidad. Erick Preciado Santana

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  11. SAN JUAN CRISÓSTOMO resalta de manera sublime la exelencia del Sacrificio Eucarístico. se presenta el sacerdote y hace bajar al Espíritu Santo. se pone en oración para que descendiendo la gracias sobre la víctima, se enciendan por ella los corazones de todos y queden mas brillantes que la plata. habla tambien sobre la dignidad del saerdote, y de su ministerio ke es tan importante para los fieles... Aquel que no como la carne del Señor y no bebe su sangre es excluido de la vida. nuestra participación en la Eucaristía debe ser elevando nuestros corazones de las cosas de la tierra, con devoción, sin preocupaciones, concentrados en Dios. Dice Crisóstomo que la Eucaristía es la acción de gracias de muchos beneficios de Dios al hombre.tambén nos dice que las palabras de Juan 6,55 no son enigma ni parábola, sino realidad: verdaderamente comemos su cerpo y nos compenetramos en ÉL. ATTE: SU SERVIDOR ÁLVARO VÁZQUEZ MONTES.

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  12. SAN JUAN CRISÓSTOMO
    El sacerdote hace bajar del cielo al Espíritu Santo el cual transforma los dones en el Cuerpo y Sangre de Cristo. El sacerdote celebra el sacrificio, el que toca a Dios y tienen las llaves del cielo. En el momento del sacrificio se hacen presentes los ángeles. Recuerda que la Eucaristía es el recuerdo de acción de gracias, porque muchos son los beneficios.

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  13. Si fue maravilloso el acontecimiento obrado por Dios a los ojos de Elías, más lo es la eucaristía pues el fuego de la eucaristía no enciende las cosas sino los corazones humanos, muchas veces fríos por el hielo del pecado.
    El sacerdote que está en contacto continuo con la eucaristía debe tener el alma y las manos puras, en razón de la labor que realiza. Esto nos cuestiona sobre la coherencia de vida que debemos llevar los aspirantes a dignidad tan sublime.
    Javier Alejandro Méndez Gamero

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  14. San Juan Crisóstomo nos adentra a los escritos bíblicos con una gran viveza y estilo literario magnífico, sobre todo me agradó la analogía que hace de cómo Elías hace bajar fuego a la tierra y el sacerdote hace bajar al Espíritu Santo y con gran elocuencia habla de cómo el sacerdote tiene el poder dado por Dios para excluir a quien no quiere beber ni comer el Cuerpo de Cristo.
    Ve en el sacerdote una figura tan grande que hasta los ángeles se someten a él en la Eucaristía y durante ella ruegan a Dios por los hombres para que derrame su amor en nosotros. Nos invita a creer que Cristo está en la Eucaristía, no envuelto entre pañales, sino revestido del Espíritu Santo y así hemos de adorarlo como los magos, pero no con oro, sino con las acciones que realizamos a cada día, haciéndolas agradables a sus ojos.
    Oscar Noé Meléndez Miranda

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  15. Menciona como el sacerdote hace bajar del cielo al Espíritu Santo para que todo el que coma la carne del Señor y beba su sangre no sea excluído de la vida, recomienda acercarnos con veneración y reverencia a la mesa del Cordero ya que la Eucaristía es la acción de gracias por el recuerdo de muchos beneficios recibidos por eso hay que salir a su encuentro con el pensamiento fijo en él. Eudaldo Torres Pérez, gracias, saludos.

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  16. SAN JUAN CRISÓSTOMO
    Doctrina Eucarística.
    Qué sabiduría la que otorga la unión con Cristo ya que le permitió a Juan refeccionar sobre la importancia del sacerdote que hace bajar sobre la victima al Espíritu Santo, ya que sucede un milagro cada vez que se celebra la Eucaristía en la transformación de las ofrendas por lo cual hemos de contemplarlo con la fe ya que es una maravilla. Que importante es que nos invite Crisóstomo a ofrecer nuestros dones con mucha paz en nuestra alma, sin rencor contra nadie. Ya que es Él mismo Cristo a quien recibimos en la Eucaristía.
    ABRAHAM MERCADO CASTRO.

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  17. El sacerdote hace bajar del cielo al Espíritu Santo. El que no come su carne y bebe su sangre no tiene vida. Hace reflexión sobre la santidad del que toca con sus manos las cosas santas. Dice que también los ángeles y arcángeles están postrados y ruegan ante el Señor. Hace una comparación de la adoración de los Magos con el hecho de no sólo adorar al Santísimo sino consumirlo en silencio y profunda paz en los pensamientos. Exhorta a responder bien en la celebración, con certeza lo de que nuestros pensamientos y corazón están elevados hacia el Señor. Además dice cómo Judas aún teniendo el amor de Cristo, comió su cena, le lavó Cristo los pies, no desistió de su mal propósito. Exhorta a que no haya otros Judas. Cristo no habla en parábola o enigma, sino que en verdad es su cuerpo y sangre el verdadero alimento que conserva el alma. Todos nos alimentamos de un solo cuerpo del mismo cuerpo de Cristo, no nos alimentamos de diferentes cuerpos.
    ISAAC ESAÚ GUZMÁN TORRES

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  18. La doctrina eucarística de San Juan Crisóstomo es amplia, no solo se basa en el milagro eucarístico, sino que nos hace ver todo su entorno; partiendo desde el sacerdote que es quien imparte la eucaristía y debe mostrar gran santidad hasta la comunidad que debe expresar su deseo de unirse con Dios, para ilustrar este deseo utiliza una imagen, que era conocida anteriormente en la Didache: ¨Como está el pan hecho de muchos granos de tal manera unidos que no aparecen por ninguna parte, sino que están ciertamente en él, mas la diferencia entre ellos desaparece totalmente por su mutua fusión, así nosotros nos unimos mutuamente y con Cristo¨.

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  19. San Juan Crisóstomo: Hace una analogía del sacrifico de Cristo y los del Antiguo Testamento haciendo notar la excelencia y superioridad del sacrificio de Cristo con respecto a los de la Antigua Alianza. Relaciona la excelencia del sacerdocio con la de la Eucaristía, ya que son inseparables, si el sacerdote es grande es porque definitivamente es inimaginable el valor de la Eucaristía, el sacerdote vale en relación a la Eucaristía: el tesoro más grande que el Señor ha depositado en sus manos.
    José Antonio Larios Suárez

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  20. Doctrina Eucarística del Santo Padre JUAN CRISÓSTOMO
    [Comentario: David Gutiérrez Murillo, 2° Teol.]
    Los textos que el P. Manuel nos comparte son de distintas obras de San Juan Crisóstomo.
    En Sobre el Sacerdocio, nos recuerda la santidad que supone celebrar la Eucaristía, sobre todo al Sacerdote ya que éste no hace bajar fuego -como Elías- sino que hace bajar al mismo Espíritu Santo sobre Aquél Alimento que nos da la vida eterna.
    En las Homilías, nos enseña cuánto es el poder del Señor en la Eucaristía, en el Pan que es signo de la unidad entre los cristianos ya que nos compenetra con Él mismo. En una de ellas, sobre el Salmo 140, nos dice que conviene que nuestra lengua esté libre de palabras obscena y otras cosas, pues con ella recibimos el Sacramento. Nos invita también a celebrar con dignidad la Eucaristía y a comprometernos con los más necesitados; a darnos cuenta que hemos de ser coherentes en nuestra vida y no ser como Judas que traicionó el amor de Cristo.
    Por último, en la homilía 6 dice textualmente: «Nunca te hará tanto mal tu enemigo […] como el que tú te haces a ti mismo», y creo en esta verdad.

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  21. «Maravilloso», una palabra que repite para expresar su asombro, por lo que como sacerdote, es capaz de hacer con el poder del Espíritu Santo, para “el boca de oro”, solo un loco desprecia tan gran misterio que ofrece el sacerdote con sus santas manos, que supone de su parte, pues toca a Dios con sus manos, incluso los mismos ángeles asisten al sacerdote en este acto, que hace por el bien y salud de los hombres. El sacerdote hace presente al mismísimo Señor revestido totalmente del Espiritu Santo, por tanto, debemos unirnos apartando todo resentimiento contra el hermano, dejar toda obra profana que nos esclavice al mal, que se logrará cuando ofrezcamos en oración la adoración al rey.
    No hay otra reunión que pueda traer tanta paz que la comunión con nuestro Dios, viéndole, tocándole e incluso comerle. Crisóstomo también insiste que en su presencia nos arrepentimos y somos perdonamos, suscitando espontáneamente en nosotros la Eucaristía: acción de gracias hacia el Creador y Señor.
    J. FELIPE DE JESUS BARAJAS R.

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  22. San Juan Crisostomo *Boca de Oro* nos invita a reflexionar:

    1. La grandeza del sacerdocio hace una comparación con Elías (AT)
    2. En la imposición de manos por el sacerdote hace bajar al ES. Sto.
    3. Menciona la presencia de los ángeles.
    4. Hace una invitación; si Dios no escatima en dársenos por que nosotros si?
    "El que no come mi Cuerpo ni bebe mi Sangre no tiene vida eterna".

    Att. Francisco Javier Murillo Chávez

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  23. Dado que el Padre nos motivó a comentar en el blog diciendo que si lo hacíamos, no preguntaría la doctrina eucarística en el examen... aquí andamos haciéndolo....

    Crisóstomo hace dos comparaciones sobre el profeta Elías: si el profeta hizo bajar fuego del cielo para qaue consumiera el sacrificio del Carmelo, el sacerdote hace bajar el Espíritu Santo apra que transforme la ofrenda; y si el profeta dejó el manto al ser arrebatado al cielo, Cristo nos dejó su Carne para que la comamos.. EN su De sacerdotio nos hablka acerca de la dignidad necesaria en el sacerdote para tocar las cosas santas: "¡Cómo deben ser aquellas manos que tocan cosas santas!"..
    FERNANDO VÁZQUEZ BAÑUELOS

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  24. José Luis González Ramírez28 de diciembre de 2011 a las 13:35

    San Juan Crisóstomo habla con una conciencia profunda del misterio de la eucaristía.Los mismos ángeles de Dios se hacen presentes en el momento de la consagración de las sagradas hostias. Aún más, ellos muestran reverencia y adoración a su Señor; ¡cuanto más hemos de agradecer el sublime don de consumir, más bien, ser consumidos por el Redentor,para ser uno con El. No cabe duda que si realmente ponemos atención al milagro que se realiza todos los días en el altar, no seríamos capaces de permanecer impávidos ante la grandeza de lo celebrado. El corazón no se ha de quedar vacío, ni la mano ha de ser recogida en la caridad. Pues al recibir al que es todo, no hemos de estimar algo, lo que nada es....

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  25. El sacerdote es aquel que hace que el mismo Dios se haga presente en Cristo y en el sacrificio de la Eucaristía, pues este santo compara a Elias con el sacerdote dando a entender que Elias bajo fuego del cielo y el sacerdote hace bajar a Cristo en la Eucaristía y por lo tanto el sacerdote debe de ser digno y estar en gracia para tocar las cosas santas y mas grandes del mundo, que es la sagrada Eucaristía. Enrique Hernández Osorio.

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  26. SAN JUAN CRISÓSTOMO
    El boca de oro toca un punto neurálgico de la eucaristía, la santidad, tanto del ambiente donde se realiza el sacrificio como del sacerdote para celebrar el sacrificio; siendo el sacerdocio sacramento imborrable, es necesario, como lo dice nuestro Santo, actitudes de compromiso, de entrega, como Cristo mismo se entrega en el pan y en el vino, por lo tanto, es elemental el sentido de conciencia que debe ser agudo, para tener en cuenta que el mismo cielo también participa de la misa.

    José Becerra Enciso

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  27. Este santo Padre nos muestra varios aspectos de la Sagrada Eucaristia: es sacerdote es akel k con la gracia del espiritu hace bajar la presencia entre los hombres,ademas nos invita apedir por los sacerdotes ya kl ellos deben ser santos y una santidad la cual sea la mayor diganidad posible para poder ser trasmitidor de la gracia de Dios, y no solo ellos si no tambien nosotros los cuales debemos ser ante todo personas con fe y amor, asi como demos ser choerentes con lo k estamos contestando en la eucaristia y no solo por contestar, para poer participar con reverencia y cuidado del cuerpo del señor, en general es un santo padre al igual k los demas nos eseñan a ser ante todo humildes y sobre todo amantes de la eucaristia....
    Jose Alberto Rocha Rodriuguez

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  28. San Juan Crisóstomo, llamado así por su elocuencia al predicar, nos ofrece uno de los textos que más nos hablan sobre el Sacerdocio ministerial y su relación con la Eucaristía como lo es la santidad del sacerdote, ya que la santidad tiene que ser un predicamento esencial del sacerdote y que encuentra sus fuerzas y su fundamento en la celebración de la Eucaristía, ya que la Eucaristía es para el sacerdote y para todo fiel cristiano, ya que podrá evitar el fuego del infierno o la corona que Dios le tiene reservado dependiendo como se haya acercado al Sacrificio Eucarístico.
    Jacobo Sandoval Betancourt

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  29. San Juan Crisóstomo
    Sin duda que el sacrificio eucarístico, es por excelencia el sacramento de los sacramentos, pues el sacerdote hace bajar el Espíritu Santo sobre la víctima, y así efectuando en quien lo recibe, un corazón limpio y purificado por la gracia que el proporciona. Habla sobre la importancia que tiene el don de sacerdocio y la necesidad de ellos, pues sólo manos consagradas nos pueden dar el cielo y librarnos del fuego del infierno. Invita a tener una actitud de adoración a la Sagrada Eucaristía, ofreciéndole no oro, incienso o mirra, sino templanza y virtud.
    Mateo López Rodríguez

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  30. El Crisóstomo nos invita a descubrir la excelencia del Sacrificio eucarístico teniendo presente a Elías, figura del sacerdote que ora e invoca al Espíritu Santo para transformar las ofrendas en Cuerpo y Sangre de Cristo, de tal modo que tal prodigio excede el asombro de los cristianos y los transforma pues les alcanza la salud y los bienes de Dios, haciéndole partícipe de la vida. Por esto mismo al sacerdote se le exige santidad de vida, pues siempre toca lo más Sagrado. Además, es aquí en la Eucaristia donde la corte celestial se hace presente para que en la ofrenda del Hijo, interceder a favor de la naturaleza humana. Nos invita a ofrecer a Dios dones espirituales y que lo compartamos también con los más necesitados. Es en este banquete donde Cristo está realmente presente, por ello hemos de acercarnos con adoración y reverencia, purificados, no a la manera de Judas, sino por su Espíritu Divino, a fin de gozar mejor del Sagrado Banquete para salvación nuestra, pues en, por y con Él formamos un sólo cuerpo, para gloria de Dios. (Gustavo Alfredo Ramos Vega)

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  31. Este santo habla de la esencia del sacrificio eucarístico. Hace una comparación con el milagro de Elías cuando hace bajar fuego del cielo. Dice que el sacerdote hace bajar sobre la victima no fuego sino al Espíritu Santo.
    Sucede un milagro cada vez que se celebra la Eucaristía; ante este gran milagro ¿en que disposición de alma y cuerpo estoy?
    San Juan nos invita que cuando estemos en la Misa no tengamos la actitud de Judas el traidor.

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  32. El gran milagro de la Eucaristía es obra del Espíritu Santo; el sacerdote tiene que ser santo por ser quien celebra; porque da el pan de vida eterna; donde estan presentes los ángeles y arcángeles. Nosotros lo adoramos y lo recibimos con paz de Dios y con paz en los hermanos. No seamos Júdas; sino recibamoslo con la lengua que esta sin pecado. Recibamos al que nos sana.

    Jorge Gutiérrez Arellano.

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  33. fue un gran reformador de la iglesia y depuso a varios obispos simoniacos y combatio las malas costumbres del clero,que hoy se dan.
    EVARISTO FLORES OCHOA

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  34. San Juan Crisóstomo
    Sin duda que el sacrificio eucarístico, es por excelencia el sacramento de los sacramentos, pues el sacerdote hace bajar el Espíritu Santo sobre la víctima, y así efectuando en quien lo recibe, un corazón limpio y purificado por la gracia que el proporciona. Habla sobre la importancia que tiene el don de sacerdocio y la necesidad de ellos, pues sólo manos consagradas nos pueden dar el cielo y librarnos del fuego del infierno. Invita a tener una actitud de adoración a la Sagrada Eucaristía, ofreciéndole no oro, incienso o mirra, sino templanza y virtud.
    Mateo López Rodríguez

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  35. Dios nos ama tanto y tan infinitamente que nos ofrece a diario transformarse por el sacrificio eucaristico; contemplemos este magnifico don.
    Néstor Ricardo Mariscal Álvarez. min.

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  36. San Juan Crisóstomo
    Boca de oro es por lo que se caracterizo este santo padre y es que la verdad que cualquiera que lea su doctrina se quedaría perplejo ante la forma de hablar del Misterio Eucarístico. Al resalta la importancia del sacerdote, el privilegio de que tiene el sacerdote como el fiel. Nos invita a tomar conciencia del grandísimo don que nos ha dejado Jesucristo.

    Sergio Carbajal Nuño

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  37. San Juan Crisóstomo hace una comparación entre Elías y Cristo. Elias dejo su manto a su discípulo, Cristo no nos dejó sólos sino que nos dio su cuerpo y sangre, ante este regalo, que podemos temer, pues tenemos a Dios en nosotros, nos invita a confiar ante tantos sufrimientos.
    att. Fernando Aguilera González

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  38. Eduardo Bucio Rodríguez8 de enero de 2012 a las 13:05

    El "boca de oro" compara al sacerdote con el profeta Elías, porque el sacerdote hace descender del cielo al Espíritu Santo. Al comer este pan sagrado tenemos vida -dice San Juan Crisóstomo- de lo contrario no. Otra cosa que me llamó la atención, es que Dios nos ha dado un privilegio más especial que a los magos de oriente (que hoy celebramos) ya que no sólo lo adoramos, sino que lo recibimos. Creemos que Cristo está presente en el Pan consagrado, no lo dejemos solo, a eso nos invita.

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  39. San Juan Crisóstomo
    La importancia del sacerdote al invocar al Espíritu Santo y el poder otorgado por Dios para hacer bajar al Espíritu Santo y transformar el vino y el pan en el cuerpo y la sangre de Cristo, que es la fuente de unidad de los cristianos que les da la fuerza, para combatir el mal que se apodera de los que cumplen con la voluntad de Cristo, sin duda quien comulga la Eucaristía experimenta el milagro del amor de Dios en su persona.
    Jose Guadalupe Jimenez Nuñez

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  40. SAN JUAN CRISÓSTOMO
    El Milagro más grande y bello, se hace presente día a día en todas nuestras Iglesias, en el momento de la consagración dentro de la Misa, es por esto que todo cristiano debe participar plena y conscientemente de este acto litúrgico por excelencia, para poder mostrar frutos en la vida cotidiana.

    Ernesto Martín Valdez Zambrano

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  41. Aunque ya pasaron las solemnidades de la Natividad y de la Epifanía me llamó la atención esta homilía del “Boca de Oro” de la solemnidad de la Epifanía del Señor, explicando la adoración de los magos. Este santo Padre nos enseña que en la Eucaristía no solo adoramos este gran misterio del Señor como hicieron los magos, sino que también lo recibimos dentro de nosotros, pero que también ese recibirlo nos mueve también a ofrecer, de la misma manera que los magos, nuestros dones al Señor, siempre con una actitud de paz, olvidando rencores y perdonados de los pecados, pero sobre todo sin tener rencores contra los demás prójimos.

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  42. Me llama la atención la atención la insistencia que hace en que la sagrada Eucaristía es lugar de encuentro entre los ángeles y arcángeles, de la santidad con la que ha de presentarse el sacerdote y los dones que también nosotros hemos de presentar: nuestra coherencia de vida, pues es garantía del Amor de Dios la entrega de su propia carne. Y a ello debemos de corresponder. ARMANDO GONZÁLEZ

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  43. San Juan Crisóstomo
    La efectividad del sacramento no depende de la santidad del ministro, en cambio la santidad del sacramento, interpela a una vida santa al ministro. El cuerpo poderoso de Cristo recibido en la más excelsa asamblea: la asamblea cristiana, nos ha de llevar a una vida de caridad, paz y pureza. Fabián Estrada Campos

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  44. San Juan Crisóstomo.
    El sacerdote, con el poder recibido en el Orden Sagrado, invoca el Espíritu Santo, para convertir, sobre las ofrendas de pan y vino; en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, y de ahí la importancia, el milagro, día con día, contemplemos las maravillas de Dios, que es el mismo Espíritu que nos perdona, el mismo que recibimos en nuestro bautismo, y el de la confirmación, y el mismo que Guía a la misma iglesia.

    Con Aprecio y estima: Rivas Mariscal Sebastián.

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  45. San Juan Crisóstomo:
    Me gusta la analogía que hace, de como el profeta el Elías hace bajar fuego de lo alto para el sacrificio. Y el sacerdote hace bajar el Espíritu Santo para convertir la ofrenda en cuerpo y sangre de Cristo. Es una invitación a acercarse a ofrecer: no cosas materiales sino virtudes y templanza junto con una oración sincera para poder disfrutar del sagrado banquete.
    Elías al partir nos dejo su manto pero el hijo de Dios nos dejó su presencia real en la Eucaristía.

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  46. La grandeza del sacerdote estriba en el poder otorgado por Dios para hacer bajar al Espíritu Santo y transformar el vino y el pan en el cuerpo y la sangre de Cristo, que es la fuente de unidad de los cristianos que les da la fuerza, para combatir el mal que se apodera de los que cumplen con la voluntad de Cristo, sin duda quien comulga la Eucaristía experimenta el milagro del amor de Dios en su persona.

    OSCAR HUMBERTO RODRIGUEZ MEDINA (T R I K I S)

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  47. san Juan Crisotomo, rescata mucho dentro de los comentarios eucaristicos la figura del sacerdote, la importancia de su vida recta y de limpieza de corazon, ya que esta supone gran santidad para el sacerdote.
    Oscar Ivan Rivas Perez

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  48. Comentario a la doctrina eucarística.
    Celebrar la eucaristía, según Crisóstomo es reconocer la santidad en el sacerdote, es reconocer la presencia del Espíritu Santo y sentir la presencia de los ángeles y arcángeles que ruegan por la humanidad. Es necesario celebrar la eucaristía sin rencores, con el corazón levantado hacia el Señor, pues la eucaristía es garantía de su amor y debemos aprender de su ejemplo, compartiendo de lo nuestro con los necesitados, pues la eucaristía nos une estrechamente a los cristianos y es signo de unidad y potencia en contra de Satanás.


    LUIS ALFONSO GARCÍA FUENTES

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  49. Crisóstomo quiere decir boca de oro. Este obispo es doctor de la Iglesia y doctor de la Eucaristía. Para él, hablar de la Eucaristía es algo maravilloso y, a la vez, espantoso, ya que el sacerdote hace bajar del cielo, no fuego, sino al mismo Espíritu Santo. Y es gracias a este sacramento, unido al bautismo, que podemos entrar en el Reino de los cielos. La Eucaristía supone una gran perfección y santidad en el Sacerdote. Y en el momento de la oblación, los ángeles se postran, los arcángeles ruegan: por quienes inmolaste tu cuerpo. Nosotros somos más dichosos que los mismos reyes magos, ya que no solo lo adoramos, sino que lo recibimos. Por esto debemos ofrecerle nuestros dones: templanza y virtud, áromas espirituales y oraciones puras, humildad un corazón contrito y limosna. Así como Elías dejó el manto a sus discípulos, así también el Hijo de Dios nos deja su cuerpo. No seamos como Judas que, aun recibiendo el gran amor de nuestro Señor, le responde con mucha maldad. También asegura la acción de l Espíritu Santo para que sea posible la Eucaristía. Pero no basta con asistir al Sacrificio Eucarístico, debemos compartir lo nuestro con los necesitados. Conviene, además, que la lengua esté libre de toda acusación, maldición, palabras obscenas y calumnias, ya que es con la que hablamos a Dios y, lo que es más, lo recibimos. La Eucaristía nos une a Cristo de forma inigualable, y es la misma Eucaristía la que nos une a todos los cristianos, formando un solo cuerpo: el Cuerpo de Cristo. Termino con una frase de él: Nadie puede herir a quien no se hiere a sí mismo.

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  50. Doctrina eucarística
    Comentarios:
    Sobre el sacerdocio III, 4-5, VI y homilías
    El milagro más grande es la Eucaristía y no la valoramos pues necesitamos que Dios nos admire con otra clase de milagros a fin de creer. Es el Espíritu Santo el que transforma la ofrenda y el sacerdote lo pide. Es un alimento celestial y es el sacerdote el único ser que lo puede hacer presente. Nosotros futuros sacerdotes somos los primeros que debemos esforzarnos por ser santos y puros. Si los ángeles vienen a contemplar ¿por qué nosotros no podemos adorar al rey? Él responde falta de nuestra parte. Dios nos invita a ser generosos. En lo personal se me hace hermoso cómo se expresa de la lengua, el sentido que recibe a Dios.
    Higinio Juárez Rendón

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  51. Luis Fernando Pèrez Rivera17 de enero de 2012 a las 15:27

    Este Padre de la Iglesia, es considerado uno de los grandes que han tratado la doctrina Eucarística, en su carta sobre el Sacerdocio, habla de que la santidad del sacerdote debe de tener una gran santidad de vida, pues afirma que el sacerdote es quien invoca al Espíritu Santo , el que celebra aquel sacrificio tan grande y tremendo, el que continuamente toca a Dios, por lo cual lo mínimo que se le puede pedir es que lleve coherencia de vida.

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  52. Comentario San Juan Crisóstomo
    Este hombre dice que la fuerza del Espíritu Santo arde en la Eucaristía, desciende en las especies del Pan y del Vino, y también en nuestros corazones, donde continúa en nuestras vidas, la presencia de este mismo Espíritu. Es muy importante uno de sus escritos, que se llama Sobre el sacerdocio. Ahí dirige las palabras bellas de la dignidad del sacerdote, recordándoles tanto a los sacerdotes como a todos nosotros, que no es mérito personal sino que gracia de Dios. Además de que, San Juan Crisóstomo recomendará al mismo sacerdote: que si Cristo es la Cabeza y cuida su cuerpo místico, con qué razón el sacerdote ha de guardar puramente su cuerpo. Es lo que pedimos hoy en día para que los sacerdotes sean más parecidos a Jesucristo. Omar Gerard Leyva Cárdenas.

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  53. Nos habla de que el sacrificio eucarístico excede el milagro de Elías, pues éste hizo bajar fuego del cielo, pero el sacerdote hace descender al Espíritu Santo sobre la víctima, y su gracia enciende los corazones de todos. También, sin la carne y la sangre del Señor no habrá Vida ni se pueden conseguir la salud y los demás bienes de Dios; y esto sólo lo logran las manos santas del sacerdote, quien continuamente toca a Dios y tiene las llaves del cielo. Por tanto, el alma, la lengua y las manos del sacerdote deben ser santas y puras. Y tanto los ángeles como los arcángeles se postran ante el Señor y ruegan por la humanidad. Vuelve a comparar a Jesús con Elías, y dice que éste último deja su manto a su discípulo, mientras que Jesús deja su propia carne antes de subir al cielo.
    Eduardo Camacho Nieves

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