Comentario sobre las Catequesis de san Cirilo de Jerusalén
El primer comentario tiene por tema las Catequesis Mistagógicas de San Cirilo de Jerusalén.Te recomiendo que el comentario no sea mayor a diez ni menor a cinco líneas.
no invente esta muy complicado y mas porque no aviso que teniamos que tener una cuenta como me lleve todo el rato en eso ya no pude hasta la otra saludos haber si en clases nos explica
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San Cirilo de Jerusalén nos enseña a valorar el poder de Jesús cuando transforma de manera sustancial las especies de pan y vino en su propio cuerpo y sangre, como convirtió él mismo el agua en vino en aquellas bodas tan famosas; así esas especies transformadas se asimilan de manera sustancial en el cuerpo del hombre que las toma convirtiéndose en alimento Santo para los santos que al recibirlo ante lo que lo único que nos resta es responder desde el fondo de nuestro ser y con grande certeza el "Amén". Gracias padre, nos vemos, atte. Juan Carlos Eduardo Gómez Limón.
En San Cirilo de Jerusalén mencionará acerca de la presencia sacramental de Xto, en cuerpo y sangre en el pan y el vino.
"SACRIFICIO DE PROPIACIÓN"
1.Cristo nos hace consortes de su divina naturaleza. 2. Necesitamos de la fe aunque veamos pan y vino. 3. Es a través de la epiclesis que permite la transubstanciación (conversión por medio del Esp. Sto. 4. Debe ser para nosotros,un alimento para fortalecer el alma y ejercer las virtudes.
San Cirilo de Jerusalén menciona cual debe ser nuestra actitud para acercarnos: a) Santos. b) Postura de manos y la respuesta, y una actitud de aggradecimiento para después de comulgar.
El padre de la iglesia hace un énfasis en el milagro de la Eucaristía que si bien a nuestros sentidos todo parece igual, la acción del Espíritu Santo ya ha transformado el pan y el vino que nos transformará a nosotros, además hay que resaltar el efecto universal que tiene una celebración eucarística. Pero lo que recalca es la dignidad del sacramento de la Eucaristía, de tal manera que hemos de acercarnos a recibirla con suma reverencia. En nuestros tiempos se le ha perdido mucho el respeto a lo sagrado hay que recuperarlo. Roberto García Durán.
Sus obras de catequesis son un rico manantial de pensamientos y reflexiones acerca de los sacramentos. En cuanto a lo que escribe de la Eucaristía nos señala en sus Catequesis Mistagógicas, cómo debemos acercarnos a la Eucaristía, poniendo de relieve la presencia real y verdadera de Jesús en las especies de pan y vino de tal manera que al acercarnos a comulgar debemos de estar conscientes de ello, para así tratarlo y tratarnos como es debido. Hoy en día, siguen vigentes sus recomendaciones y que mejor que seguir a alguien que supo vivir la Eucaristía y que gracias a ello, hoy gozamos de un legado como guía. Juan José Sánchez Delgado.
San Cirilo insiste mucho en el misterio de la transubstanciación, motiva a la fe diciendo que si Cristo pudo convertir el agua en vino, no dudemos que también convierte el pan en su cuerpo y el vino en su sangre. Señala también, que por el Espíritu Santo, somos elevados, santificados y de ahi el hecho de que podamos participar de tan gran misterio -las cosas santas convienen a los santos- Me ha llamado la atención el ver que ya desde entonces lo llama sacrificio incruento y que insiste mucho en cuidar con gran estima el Santísimo Sacramento, más que las joyas más preciosas, y que luego de comulgar se debe orar en accion de gracias. ATTE: SERGIO A. GARDUÑO OSORIO
Fue defensor de la fe nicena y gran catequista para los catecúmenos y los neófitos. En su doctrina eucarística expone que aunque los sentidos perciban tan sólo pan y vino por la acción del Espíritu Santo quedan convertidos realmente en el Cuerpo y Sangre de Cristo, que alimentan el alma y unen más a Cristo, por lo que se le debe tratar santamente y dar gracias. FRANCISCO JAVIER CERVANTES RAMÍREZ
San Cirilo de Jerusalén quiere convencernos del verdadero milagro del vino en Sanggre y hace referencia al milagro de Jesús en Canaán cuando convierte el agua en vino. Con seguridad participamos del Cuerpo y la Sangre del Señor; no debemos tenerlo por solo pan y solo vino. No se debe juzgar según el gusto sino según la fe. La postura en que debemao acercarno, según san Cirilo, es con una mano haciendo de ttrono para la otra. JUAN MANUEL ALVAREZ MAYORGA.
San Cirilo de Jerusalén hace toda un reflexión muy completa sobre la presencia real de Cristo en su Cuerpo y en su Sangre. "si Cristo en las bodas de Canaán convirtió el agua en vino, por qué no hemos de creerle cuando convierte el vino en su Sangre..." Así cuando que con plena seguridad participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo y somos hechos concorpóreos y consanguíneos suyos. nos dice que cuando nos acerquemos a comulgar hemos de hacerlo con reverencia, recogimiento, fervor y amor. el Cuerpo y la Sangre de Cristo deben santificar nuestros sentidos; y después hay que dar gracias a Dios... Su servidor Ávaro Vázquez Montes.
COMENTARIO EUCARISTICO, DE SAN CIRILO DE JERUSALÉN
El Sacerdote es un ministro de Cristo. Dios le confiere un poder especial para convertir el pan en el Cuerpo y el vino; en la Sangre de Cristo, a lo cual, no se puede llegar a dudar de su presencia y su existencia. Aquí interviene el signo sensible de la fe y al consumir su Cuerpo dignamente, nosotros también nos santificamos. Esta unión nos une al misterio de Cristo, haciéndonos participes con los seres celestes. GONZÁLEZ LOZA JOSÉ EMMANUEL
DOCTRINA EUCARISTICA DE SAN CIRILO DE JERUSALEN San Cirilo de Jerusalen nos consolida en nuestra fe, en la mayoria de su doctrina Eucaristica la doctrina real de Jesucristo se hace saber, nos pone de relieve su gran poder, si pudo convertir el agua en vino, es capaz de convertir el vino en su misma sangre, para beneficio de toda la humanidad. con aire positivo y esperanzador asegura que ningun cristiano dudará de la presencia real de Cristo en la eucaristia, aunque ahora 1700 años despues de su vida podemos decir que muchos cristianos hemos dudado de esa presencia, no cabe duda que las apariencias engañan, no es cuetion de sentidos, algo o concreto, o de ciencias, sino de fe. Erick Preciado Santana
SAN CIRILO DE JERUSALÉN En los pasajes eucarísticos, San Cirilo hace hincapié en tener fe en la presencia del Señor aunque los sentidos vean solo pan y vino. El momento en que Cristo se hace presente en el pan y en el vino es cuando se invoca al Espíritu Santo. Pide tener cuidado al recibir la santa comunión.
UN PASAJE EUCARÍSTICO QUE ME LLAMA LA ATENCION ES EL DE SU CATEQUISIS MISTAGÓGICA IV EN EL NUMERO NUEVE QUE NOS ENSEÑA A RECONOCER A CRISTO REALMENTE PRESENTE EN LA EUCARISTÍA, AUNQUE NOSOTROS VEMOS E INCLUSO PALPAMOS CON LOS SENTIDOS QUE SON PAN Y VINO EN REALIDAD SON EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO, ES UNA INVITACIÓN A RECONOCER EL MISTERIO DE DIOS QUE SE ENCIERRA EN ELEMENTOS CONCRETOS DE UNA HOSTIA Y DE VINO, LA RAZON NOS DIRÁ QUE ES PAN Y VINO PERO LA FE NOS ENSEÑA Y AFIRMA QUE ES EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO. IOSEPHUS ADRIANUS PADILLA GLEZ
Encontramos una importante referencia a la fe de la Iglesia sobre la real y verdadera presencia de Jesús en las especies de pan y de vino por la acción del Espíritu Santo, las cuales ya no son pan ni vino –aunque tales parezcan- sino el cuerpo y sangre de Cristo. Queda de manifiesto cómo la Iglesia desde sus inicios creyó firmemente esta verdad, de modo que no fue un invento ni un medio fanático de pretender conservar viva la persona de Jesús, sino una realidad conservada por el depositum fidei del pueblo de Dios.
Autor: Javier Alejandro Méndez Gamero Hace además, especial énfasis que el cuerpo y la sangre de Cristo recibidos son asimilados de tal forma por el cuerpo y alma del cristiano que lo hacen partícipe de la vida divina. Indica finalmente el modo en que se debe acercar el fiel a recibir la comunión y que debe dar gracias después de esto.
En su doctrina nos deja ver una total confianza a las palabras de Cristo y como sucede el milagro de la transubstanciación sólo por el poder de sus palabras y así al alimentarnos de su cuerpo con una fe sin dudas, nos unimos íntimamente a Él. Es cierto que sólo vemos pan y vino, pero sabemos que gracias al Espíritu Santo, ese pan y vino se convertirán en cuerpo y sangre del mismo Cristo. Así pues, la Iglesia unida pide cada vez que se realiza este sacrificio, ahora incruento, por la paz de todo el mundo. Es muy de resaltar cómo confía totalmente en que las palabras de Dios se cumplen y tienen su propio peso. Oscar Noé Meléndez Miranda
SAN CIRILO DE JERUSAÉN Doctrina Eucarística. Él nos invita a no dudar, ya que si Jesús dijo: este es mi cuerpo y esta es mi sangre, refiriéndose a él pan y el vino ¿por qué hemos de decir que no lo son? Si Él es la Verdad. Con el poder da transformar el agua en vino en Caná, la fe en el poder del Señor nos ha de llevar a creer, a pesar de que nuestros sentidos no muestren otra realidad. Por otra parte Cristo es quien nos hace dignos de recibir su cuerpo y su sangre. La catequesis mistagógica de Cirilo es muy importante ya que nos habla de la epíclesis o invocación del Espíritu Santo, que hace posible la conversión del cuerpo y la sangre de Cristo. ABRAHAM MERCADO CASTRO.
¿Dudaremos de que sea cuerpo y sangre de Cristo cuando él mismo dice que es su cuerpo y su sangre? Si convirtió agua en vino, ¿no puede convertir vino en sangre? Estamos plenamente seguros de que es su cuerpo y sangre, si participamos nos hacemos concorpóreo y consanguíneo suyo, aunque los sentidos nos sugieran que son pan y vino, la fe debe convencerte. Invocamos al Padre que envíe su Espíritu Santo para que convierta el pan y vino. Hacen, después del sacrificio incruento, ruegos a Dios por la paz, por los difuntos y los que necesitan. Las cosas santas son para los santos. Explica Cirilo la manera de comulgar con la mano y acercarse al cáliz con inclinación, adoración y veneración.
San Cirilo nos transmite una catequesis acerca de la Eucaristía, lo principal para él es que al momento de acercarse a la Eucaristía se debe hacer desde la Fe, pues si juzgamos con un sentido totalmente material no podremos ver la grandeza de Dios. Comenta San Cirilo que el pan y el vino son convertidos en el cuerpo y la sangre de Cristo gracias al Espíritu Santo. Además son alimentos substanciales que alimentan el alma y no sólo al cuerpo. Por lo tanto, solo los santos son quienes se pueden recibir dicho alimento, y para recibirlos tienen que tener una actitud de veneración y adoración.
San Cirilo de Jerusalén: Me interesa mucho como San Cirilo fundamenta la verdad de la presencia eucarística en Cristo mismo que es la Verdad y de cuya palabra no podemos dudar. Uno de los temas que él toca es la “concorporeidad” y “consanguineidad” con Cristo al comulgar, es algo que los cristianos hemos olvidado mucho y al no tenerlo presente se dificulta el que realmente asimilemos lo que comemos, y al no asimilarlo no nos convertimos en lo que hemos comido. José Antonio Larios Suárez
Doctrina Eucarística del Santo Padre CIRILO DE JERUSALÉN [Comentario: David Gutiérrez Murillo, 2° Teol.] Los textos que el P. Manuel nos comparte son de las catequesis mistagógicas IV y V. En lo que más insiste San Cirilo es en la real presencia de Cristo en las Especies Eucarísticas: no hemos de dejarnos llevar por los sentidos pues no es pan y vino, sino Cuerpo y Sangre de Cristo. Algo que me llama fuertemente la atención es que al comulgar nos hacemos con-corpóreos y con-sanguíneos de Cristo, ¡somos sus portadores!, nos hacemos consortes de la naturaleza divina [nos divinizamos]. Se nota un claro esquema de la Eucaristía: la epíclesis, la oración universal, el Padrenuestro, la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo [en la recepción del Cuerpo de Cristo parece que se recibe la comunión en la mano derecha; con la Sangre de Cristo se tocaban las manos, los ojos y todos los demás sentidos] la oración de acción de gracias después de la comunión, etc. Finalmente, me impacta la disposición requerida para recibir la Santa Comunión: la condición es la santidad. Cuidar la Eucaristía como el más preciado tesoro.
San Cirilo responde a los incrédulos que se resisten a creer en la presencia eucarística del cuerpo y sangre de Cristo en las especies del pan y el vino. Enseña la conveniencia de comulgar y los beneficios que reciben los miembros que se unen a Cristo alimentándose de este «sacrificio de propiciación» o anticipo que se ofrece por quienes lo necesitan (vivos o muertos). También invita a la adoración, recalcando insistentemente la realidad y sustancialidad de la presencia del cuerpo y sangre de Cristo, y con empeño recalca que al comulgar la persona sea consciente de que es el mismo Cristo a quien recibe, por tanto sea piadosa y reverentemente su postura. J. FELIPE DE JESUS BARAJAS R.
Si las catequesis mistagógicas tenían como finalidad explicar los Misterios a los neófitos, las de Cirilo lo hacen muy bien: explica que la palabra de Cristo es verdadera al decir "ESTO ES MI CUERPO", que tiene verdadero poder e convertir el vino en Sangre (como en Caná), prefigura en varios textos lo que dirá después Tomás de Aquino sobre cómo los sentidos fallan ante la Eucaristía (Visus, tactus, gustus in Te fallitur... credo quidquid dixit Dei Filius), además de comentar cómo debe de recibbirse la comunión en la mano y la respuesta Amén, vigentes todavía hoy. FERNANDO VAZQUEZ BAÑUELOS
San Cirilo De Jerusalén invita con sus prédicas a creer firmemente en que las palabras que Jesús mismo pronuncia para que sus apóstoles perpetúen su sacrificio, son en realidad lo que que anuncian: Su Cuerpo y su Sangre. Pues, así como en las bodas de Canaán El mismo convirtió el agua en vino, con cuánta mayor razón convertirá el pan en su Cuerpo y el vino en su sangre después de la consagración. La actitud reverente antes y después de la comunión es indispensable para manifestar corporalmente lo que internamente recibimos como gracia sin igual...
Es de notar que san Cirilo de jerusalén nos habla sobre la celebración de la Eucaristía y de sus implicaciones tanto en el participar como en la preparación: en la participación llama la atención de la manera de recibir la comunión en la mano y el significado que tiene la respectiva postura, así como el acercamiento a beber del cáliz que contiene la Sangre de Cristo. Es de notar la importancia que tiene la fe, como preparación a la Celebración Eucarística, sobre la transubstanciación de las especies Eucarístas, ya que el pan y el vino, una vez pronunciada la formula de consagración, verdaderamente son el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por último, es de notar la mención sobre las interseciones dentro de la Plegaría Eucarística que se hacen en la Celebración de la Misa actual, al pedir por los difuntos para que gocen de la Gloria Eterna y que los santos intercedan por los que aún estamos en este mundo. Jacobo Sandoval Betancourt
Nos habla algo que despues lo vamos a escuchar en la secuencia que hace Santo Tomás de Aquino en su secuencia del jueves de corpus, alcanzo a descubrir que Auino no fue tan original, pues se nos presenta que lo que vemos en la Eucaristía, vemos que es pan y vino, en realidad cuando se consagra el el verdadero cuerpo y sangre de Cristo, alcanso ver la gran fe que tenía, la invitación es a vivir realmente el misterio más grande que es la Eucaristía. Enrique Hernández Osorio
Es muy importante ver este Santo Padre nos habla sobre la celebracion Eucaristica y toda la importancia k tiene la misma, y sobre todo la fe como se debe de celebrar, asi como el de beber elcliz donde esta contenida la Sangre de nuestro senor Jesucristo, es ver como desde antiguo la iglesia como Cuerpo ya celebraba estos sagados misterios asi como la importancia k se le da asi como se debe vir este misterio de amor. Jose Alberto Rocha Rodriguez.
SAN CIRILO DE JERUSALÉN Es necesaria la conexión de la vida en Cristo con actitudes coherentes hacia los demás que Cirilo muestra en su doctrina eucarística, pues no sólo tiene la fe en la presencia real y verdadera de Cristo en el pan y en el vino, sino que indica posturas corporales para recibir dignamente tan preciado don. José Becerra Enciso
San Cirilo nos clarifica que somos consortes de Cristo, por lo que padecemos y sufrimos su misma suerte; además que la fe siempre nos debe de convencer. Es uno de los que menciona la invocación de la epíclesis para que los dondes del pan y el vino se conviertan en la sangre y la carne del Señor, y que en la misma eucaristía pedimos a Dios su auxilio y misericordia para con todos, ofreciendo después a Cristo sacrificado, el cual es alimento sólo de los santos; por ello es el más precioso tesoro que podemos tener. (Gustavo Alfredo Ramos Vega)
San Cirilo de Jerusalén Es clara la preocupación del santo por defender la presencia real y verdadera de Cristo en las especies Eucarísticas, pues Él con su misma palabra lo ha enseñado así. Cristo pues, tiene el poder de convertir el vino en su sangre, aunque veamos vino y no sangre. Por lo tanto, es así, que por la fe hemos de creer que es el cuerpo y la sangre del Señor y no ya pan y vino. Enseña también que el sacrificio espiritual, es un sacrificio que se ofrece en propiciación y hace tanto bien, a vivos y a difuntos. Mateo López Rodríguez
Lo que me llama la atención de su doctrina eucarística es cuando comenta el milagro de las bodas de Canaán; donde dice que convirtió el agua en vino, pero la pregunta que hace es muy acertada ¿Tú le crees a Cristo cuando convierte el vino en su sangre? Afirma que aunque el alimento eucarístico sepa a pan y vino, no lo son sino el cuerpo y la sangre de Cristo. Es una invitación a superar la evidencia de los sentidos y demos el asentimiento de nuestra fe.
Su doctrina eucarística es una invitación a tener fe en la presencia del Señor. Nos dice que el pan Eucarístico ya no es sólo pan sino Cuerpo de Cristo y el vino consagrado ya no es sólo vino sino la Sangre del Señor. Teniendo una disposición adecuada para acercarse a recibirlos.
Afirma la presencia real de Cristo en su transformación a Cristo del pan y del vino. Quien recibe a Jesús ha de estar lleno del Espíritu Santo; porque es obra del Espíritu Santo. Es el pan sustancial recibido con reverencia y respeto; manos juntas y también pidiendo por los demás.
El sacrificio de Cristo nos da su cuerpo que nos llena dee confianza y fe en Cristo porque Cristo es el salvador de todos y su carne nos hace incorrupiblesEVARISTO fLORES oCHOA
Debemos los bautizados en Cristo poseer suficiente fe, especialmente al tratarse de las especies eucaristicas que son el Cuerpo y Sangre de Aquel que nacio en Belen de Judá. Néstor Ricardo Mariscal Álvarez. min.
San Cirilo de Jerusalén Su doctrina Eucarística de este santo padre es una buena catequicéis para alguien que no sabe muy bien de que se trata este sacramento, puesto que empieza fundamentando desde la persona de Cristo. Para el cual no hay nada imposible. Es Él quien ha querido dársenos como alimento espiritual para el alma. Por ello nos invita a tener amor y reverencia a las cosas Santas.
San Cirilo invita a tener fe en la Eucaristía aunque para nuestros sentidos se vea puro pan y puro vino, es en relidad el cuerpo y sangre de Cristo presente en el pan y el vino. No dejemos que nuestros sentidos no hagan dudar y si pasa eso pidamos a Dios la fe para creer en la Eucaristía. att. Fernando Aguilera González
Nuestro santo habla de la presencia real de Cristo en el sacramento eucarístico. Para Él, esto es posible, ya que su poder es grande, ya que si convirtió el agua en sangre en las bodas de Caná, puede convertir el pan en su cuerpo -comenta San Cirilo- Entre otras cosas dice que por la acción del Espíritu Santo se transforma y aunque nuestros sentidos no lo capten así, realmente en Cuerpo y Sangre de Jesucristo que se debe recibir lo más digno posible.
San Cirilo de Jerusalén La realidad del cuerpo de Cristo que se hace presente en la Eucaristía, puede existir la duda de la presencia, del Señor, pero sin duda Cristo está presente en la Eucaristía, por la fe de los cristianos y por las manifestaciones del Señor en los milagros Eucarísticos donde Cristo se hace presente, no es pan, no es vino, sino el cuerpo y sangre de Cristo que hace fuerte la fe de los cristianos. Jose Guadalupe Jimenez Nuñez
SAN CIRILO DE JERUSALEN. El milagro de la Eucaristía, a nuestra mente y a nuestros sentidos parece una falacia, mas a través de la fe y con mirada fervorosa entenderemos que el Dios creador a mirado la humillación de su pueblo y por tal, ha enviado a su Hijo, quien por amor se ha quedado en su totalidad bajo las especies del Pan y del Vino para la salvación de los hombres.
El pan y el vino no son sólo elementos para la celebración Eucarística sino que realmente son El cuerpo y la sangre de Cristo; de ahí que se nos manifieste la bondad de Dios, a través de los Milagros Eucarísticos. Pan Celestial, no solo para alimentarnos, sino para la salvación. Con aprecio y estima: Sebastián Rivas Mariscal.
Explicando San Cirilo sus catequesis a los neófitos en el tiempo de la Pascua, en este pensamiento nos invita a centrar nuestra fe en la presencia eucarística del Señor, aunque nuestros sentidos nos digan que es pan y vino en esas especies está realmente presente el Señor, el obispo de Jerusalén nos invita a juzgar este misterio no por lo que nos presentan los sentidos, sino por lo que la fe cree con firmeza.
San Cirilo nos ofrece una doctrina precisa para demostrar la presencia real de Jesucristo en las especies consagradas. Y dice que habiéndonos mostrado el poder que tiene en las bodas de Caná no hemos de dudar de lo que nos sentidos nos muestran. ARMANDO GONZÁLEZ
San Cirilo nos exhorta a creer en la realidad de la presencia de Cristo en la Eucaristía, aunque nuestros sentidos nos digan otra cosa, nuestra seguridad de la presencia se encuentra en la asistencia del Espíritu Santo y las palabras poderosas de Cristo. Gran don es el otorgado en la comunión del Pan y del Vino consagrados: la vida divina. Se nos invita a acercarnos a la comunión con gran respeto y cuidado, ya que lo que recibimos es el más grande de los tesoros. Fabián Estrada Campos.
Me gustan mucho las analogías y en el caso de este santo, san Cirilo de Alejandría me llamó la atención la analogía que hace: cuando Jesús entra en la casa de Pedro pudiendo decir a la enferma (la suegra) -dejad la enfermedad, levántate- pues era Dios, permite ser tocado, pues es carne de Dios; la toco de la mano y inmediatamente la fiebre se alejo. Ahora cuando tenemos ese contacto con el Señor (y el se deja tocar -encontrar-) se apagan todas las pasiones desordenadas para ponernos a su servicio.
El hombre debe unirse a Cristo sin pecado, despojándose de sí mismo y entregándose a una purificación entera de su ser, debe celebrar el sacrificio de Cristo participando en la Eucaristía y de gustando el pan celestial. Por tanto el hombre no tiene que tener ningún apego pues el hombre dividido no puede gozar de la presencia del Señor en su vida. Oscar Humberto Rodriguez Medina ( T R I K I S)
Cristo está presente en la Eucaristía, por la fe de los cristianos y por las manifestaciones del Señor en los milagros Eucarísticos donde Cristo se hace presente, no es pan, no es vino, sino el cuerpo y sangre de Cristo que hace fuerte la fe de los cristianos. De este modo podemos decir que un hombre que se acerca a la Eucaristía tiene que pedir la fe al Señor pues de lo contrario tendría siempre la duda de que Jesucristo no está en el sacrificio Eucarístico.
San Cirilo de Jerusalén: Si Jesús pudo convertir el agua en vino, por qué no creerle que pueda convertir el vino en su sangre, si Él sigue siendo el mismo de ayer, hoy y siempre. Aunque los sentidos digan que es pan, la fe nos dice que es cuerpo del Señor. Otro punto muy interesante es la manera de cómo recibir el sacramento de la comunión y en qué posición, pero yo digo que la mejor manera de recibir a nuestro Señor es en estado de gracia, sintiéndonos indignos; solo así le rendiremos la mayor reverencia que de nuestro ser pueda salir. Atte: Juan Carlos Zambrano Herrera.
El quiere manifestar en su doctrina eucaristica la realidad de la presencia del cuerpo de Cristo y de su sangre en el pan y el vino y tambien invita a tener fe en la presencia del Señor aunque nuestros sentidos solo vea pan y vino Oscar Ivan Rivas Perez
Comentario a la doctrina eucarística. Afirma San Cirilo que no podemos dudar de la Palabra de Cristo, pues él es la Verdad y el poder de su Palabra se manifiesta en la real presencia de su cuerpo y de su sangre en las especies eucarísticas tras la epíclesis sobre las ofrendas, aunque nuestros sentidos no indiquen otra realidad. Por lo tanto, la actitud de quien se acerca a comulgar debe hacerlo con toda reverencia y dar gracias después de haber recibido la comunión.
Este Obispo del S. IV, depuesto de su sede tres veces por los arrianos, y que participó en el Concilio de Constantinopla, nos ha dejado un legado impresionante en cuestiones catequéticas. En cuanto a la doctrina Eucarística, asegura la real presencia de Jesucristo en la Eucaristía, pues “quién se va a atrever a dudar de las Palabras de Cristo: Esto es mi Cuerpo, esta es mi Sangre…”, además, si pudo convertir agua en vino en las bodas de Canaán, ¿no hemos de creerle cuando convierte el vino en sangre? Y cuando partipamos de su cuerpo y sangre de Cristo, somos hechos concorpóreos y consanguíneos suyos, portadores de Cristo, consortes de su divina naturaleza. Aunque los sentidos nos engañen, la fe es la que nos convence. Es novedad el que hable de la epíclesis sobre las ofrendas, que hace posible la conversión en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Pide que sean sólo los santos los que se acerquen a recibir este pan substancial. Y es muy claro acerca de cómo deben acercarse a comulgar: poniendo a la mano izquierda como trono de la mano derecha, recibiendo en la cavidad de esta mano el Cuerpo de Cristo, evitando perder algo de Él. Debes acercarte inclinado, en actitud de adoración y veneración, santíficate diciendo el amén.
Doctrina eucarística Comentarios: Catequesis mistagógica IV, 1-3, 6 y 9 No podemos dudar de la presencia de Dios en las especies eucarísticas; Jesús lo asegura: este es mi cuerpo, esta es mi sangre. Da su palabra y tiene la facultad para hacer lo ordinario algo extraordinario. Sin embargo, en la actualidad debido a que queremos todo científicamente comprobar, no nos interesa la fe. Pues no lo vemos, no lo palpamos, no escuchamos su voz de Jesús. Por ende no está presente o en todo caso no existe. Dios nos ama tanto que nos hace participar de su vida divina. Formamos una sola cosa cuando lo comulgamos. Una misma sangre, un mismo cuerpo. Es más, nos hace cónyuges de la divina naturaleza. Considero en lo personal que no hay la suficiente conciencia de este regalo y por esa razón nos pasa desapercibido recibirlo asiduamente o separarnos de Él. La fe es una virtud teologal lo sabemos, ella nos ayuda a fiarnos de Él, adherirnos a su persona. Hoy casi todos carecemos de esta virtud y es que nos hemos hecho muy escépticos y reflexionamos tan poco, que no caemos en la cuenta que en cuestiones de misterio escapa nuestro intelecto. Catequesis mistagógica V, 7-10, 15, 19 y 20-22 Es el Consolador el que es capaz de transformar el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo. Mucha gente piensa que el sacerdote tiene el poder y no; él sólo es el intercesor para pedirle al Padre que envíe al Espíritu Santo para que transforme. Cristo fue capaz de derramar su sangre por nosotros para perdonar nuestros pecados, nosotros ¿qué tanto nos sacrificamos por los demás? Y en esto considero que nos hace falta amar. Todos necesitamos de todos. Debemos combatir el egoísmo que tanto divide. El ser humano está compuesto de cuerpo y alma, pero le damos más importancia a lo somático olvidándonos que tenemos espíritu. El espíritu necesita de un alimento especial que es la Eucaristía pero eso sí en gracia debemos estar. Pocos son los que se acercan a recibir la Eucaristía y en lo general se percibe que hay conciencia de lo que se está recibiendo y sobre todo hay piedad y respeto. Considero que debemos educar a nuestra gente como futuros pastores a dialogar con Dios es decir, a saber orar y a darle gracias pues no somos dignos de recibirlo. Higinio Juárez Rendón
En su Catequesis mistagógica, afirma que nosotros recibimos a Cristo en figura de pan y en figura de vino, para de este modo, al participar de de Él, cada uno sea hecho concorpóreo y consanguíneo suyo, de modo que seamos portadores de Cristo, al distribuirse en nuestro cuerpo, su Cuerpo.
Comentario de San Cirilo de Jerusalén lo que tanto nos hace bien a nuestro organismo ha de ser bien aprovechado. Jesús Eucaristía, me parece, según lo que nos comparte este padre de la Iglesia, es la fe lo que nos lleva a creer que es cuerpo y sangre de Cristo. Según sus palabras en la última cena tienen valía para todos los tiempos, “Hagan esto en memoria mía”. Omar Gerard Leyva Cárdenas
Él nos ayuda a creer en la presencia real de Cristo en la sagrada comunión, ya que nos recuerda cómo, al comulgar su cuerpo y su sangre, nos hace partícipes de su divinidad. Esto es posible por el poder que Cristo siempre ha tenido, como lo manifestó en las Bodas de Caná de Galilea al transformar el agua en vino, y también por la intervención del Espíritu Santo. Finalmente nos recuerda cuando san Pedro habla de nuestra participación divina en una de sus cartas (2 Pe 1, 4). Eduardo Camacho Nieves
no invente esta muy complicado y mas porque no aviso que teniamos que tener una cuenta como me lleve todo el rato en eso ya no pude hasta la otra saludos haber si en clases nos explica
ResponderEliminarListo... he habilitado la opción de poder comentar sin necesidad de estar registrado. El único problema es que no aparecerá el nombre de quien comenta así es que les pido que incluyan en el texto del comentario su nombre. Gracias.
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén nos enseña a valorar el poder de Jesús cuando transforma de manera sustancial las especies de pan y vino en su propio cuerpo y sangre, como convirtió él mismo el agua en vino en aquellas bodas tan famosas; así esas especies transformadas se asimilan de manera sustancial en el cuerpo del hombre que las toma convirtiéndose en alimento Santo para los santos que al recibirlo ante lo que lo único que nos resta es responder desde el fondo de nuestro ser y con grande certeza el "Amén". Gracias padre, nos vemos, atte. Juan Carlos Eduardo Gómez Limón.
ResponderEliminarEn San Cirilo de Jerusalén mencionará acerca de la presencia sacramental de Xto, en cuerpo y sangre en el pan y el vino.
ResponderEliminar"SACRIFICIO DE PROPIACIÓN"
1.Cristo nos hace consortes de su divina naturaleza.
2. Necesitamos de la fe aunque veamos pan y vino.
3. Es a través de la epiclesis que permite la transubstanciación (conversión por medio del Esp. Sto.
4. Debe ser para nosotros,un alimento para fortalecer el alma y ejercer las virtudes.
San Cirilo de Jerusalén menciona cual debe ser nuestra actitud para acercarnos:
a) Santos.
b) Postura de manos y la respuesta, y una actitud de aggradecimiento para después de comulgar.
AUTOR: Francisco Javier Murillo Chávez
DOCTRINA EUCARÍSTICA DE SAN CIRILO DE JERUSALÉN
ResponderEliminarEl padre de la iglesia hace un énfasis en el milagro de la Eucaristía que si bien a nuestros sentidos todo parece igual, la acción del Espíritu Santo ya ha transformado el pan y el vino que nos transformará a nosotros, además hay que resaltar el efecto universal que tiene una celebración eucarística. Pero lo que recalca es la dignidad del sacramento de la Eucaristía, de tal manera que hemos de acercarnos a recibirla con suma reverencia. En nuestros tiempos se le ha perdido mucho el respeto a lo sagrado hay que recuperarlo. Roberto García Durán.
Sus obras de catequesis son un rico manantial de pensamientos y reflexiones acerca de los sacramentos. En cuanto a lo que escribe de la Eucaristía nos señala en sus Catequesis Mistagógicas, cómo debemos acercarnos a la Eucaristía, poniendo de relieve la presencia real y verdadera de Jesús en las especies de pan y vino de tal manera que al acercarnos a comulgar debemos de estar conscientes de ello, para así tratarlo y tratarnos como es debido. Hoy en día, siguen vigentes sus recomendaciones y que mejor que seguir a alguien que supo vivir la Eucaristía y que gracias a ello, hoy gozamos de un legado como guía. Juan José Sánchez Delgado.
ResponderEliminarSan Cirilo insiste mucho en el misterio de la transubstanciación, motiva a la fe diciendo que si Cristo pudo convertir el agua en vino, no dudemos que también convierte el pan en su cuerpo y el vino en su sangre. Señala también, que por el Espíritu Santo, somos elevados, santificados y de ahi el hecho de que podamos participar de tan gran misterio -las cosas santas convienen a los santos- Me ha llamado la atención el ver que ya desde entonces lo llama sacrificio incruento y que insiste mucho en cuidar con gran estima el Santísimo Sacramento, más que las joyas más preciosas, y que luego de comulgar se debe orar en accion de gracias.
ResponderEliminarATTE: SERGIO A. GARDUÑO OSORIO
Fue defensor de la fe nicena y gran catequista para los catecúmenos y los neófitos. En su doctrina eucarística expone que aunque los sentidos perciban tan sólo pan y vino por la acción del Espíritu Santo quedan convertidos realmente en el Cuerpo y Sangre de Cristo, que alimentan el alma y unen más a Cristo, por lo que se le debe tratar santamente y dar gracias. FRANCISCO JAVIER CERVANTES RAMÍREZ
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén quiere convencernos del verdadero milagro del vino en Sanggre y hace referencia al milagro de Jesús en Canaán cuando convierte el agua en vino. Con seguridad participamos del Cuerpo y la Sangre del Señor; no debemos tenerlo por solo pan y solo vino. No se debe juzgar según el gusto sino según la fe. La postura en que debemao acercarno, según san Cirilo, es con una mano haciendo de ttrono para la otra. JUAN MANUEL ALVAREZ MAYORGA.
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén hace toda un reflexión muy completa sobre la presencia real de Cristo en su Cuerpo y en su Sangre. "si Cristo en las bodas de Canaán convirtió el agua en vino, por qué no hemos de creerle cuando convierte el vino en su Sangre..." Así cuando que con plena seguridad participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo y somos hechos concorpóreos y consanguíneos suyos. nos dice que cuando nos acerquemos a comulgar hemos de hacerlo con reverencia, recogimiento, fervor y amor. el Cuerpo y la Sangre de Cristo deben santificar nuestros sentidos; y después hay que dar gracias a Dios... Su servidor Ávaro Vázquez Montes.
ResponderEliminarCOMENTARIO EUCARISTICO, DE SAN CIRILO DE JERUSALÉN
ResponderEliminarEl Sacerdote es un ministro de Cristo. Dios le confiere un poder especial para convertir el pan en el Cuerpo y el vino; en la Sangre de Cristo, a lo cual, no se puede llegar a dudar de su presencia y su existencia. Aquí interviene el signo sensible de la fe y al consumir su Cuerpo dignamente, nosotros también nos santificamos. Esta unión nos une al misterio de Cristo, haciéndonos participes con los seres celestes.
GONZÁLEZ LOZA JOSÉ EMMANUEL
DOCTRINA EUCARISTICA DE SAN CIRILO DE JERUSALEN
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalen nos consolida en nuestra fe, en la mayoria de su doctrina Eucaristica la doctrina real de Jesucristo se hace saber, nos pone de relieve su gran poder, si pudo convertir el agua en vino, es capaz de convertir el vino en su misma sangre, para beneficio de toda la humanidad. con aire positivo y esperanzador asegura que ningun cristiano dudará de la presencia real de Cristo en la eucaristia, aunque ahora 1700 años despues de su vida podemos decir que muchos cristianos hemos dudado de esa presencia, no cabe duda que las apariencias engañan, no es cuetion de sentidos, algo o concreto, o de ciencias, sino de fe. Erick Preciado Santana
SAN CIRILO DE JERUSALÉN
ResponderEliminarEn los pasajes eucarísticos, San Cirilo hace hincapié en tener fe en la presencia del Señor aunque los sentidos vean solo pan y vino. El momento en que Cristo se hace presente en el pan y en el vino es cuando se invoca al Espíritu Santo. Pide tener cuidado al recibir la santa comunión.
UN PASAJE EUCARÍSTICO QUE ME LLAMA LA ATENCION ES EL DE SU CATEQUISIS MISTAGÓGICA IV EN EL NUMERO NUEVE QUE NOS ENSEÑA A RECONOCER A CRISTO REALMENTE PRESENTE EN LA EUCARISTÍA, AUNQUE NOSOTROS VEMOS E INCLUSO PALPAMOS CON LOS SENTIDOS QUE SON PAN Y VINO EN REALIDAD SON EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO, ES UNA INVITACIÓN A RECONOCER EL MISTERIO DE DIOS QUE SE ENCIERRA EN ELEMENTOS CONCRETOS DE UNA HOSTIA Y DE VINO, LA RAZON NOS DIRÁ QUE ES PAN Y VINO PERO LA FE NOS ENSEÑA Y AFIRMA QUE ES EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.
ResponderEliminarIOSEPHUS ADRIANUS PADILLA GLEZ
Encontramos una importante referencia a la fe de la Iglesia sobre la real y verdadera presencia de Jesús en las especies de pan y de vino por la acción del Espíritu Santo, las cuales ya no son pan ni vino –aunque tales parezcan- sino el cuerpo y sangre de Cristo. Queda de manifiesto cómo la Iglesia desde sus inicios creyó firmemente esta verdad, de modo que no fue un invento ni un medio fanático de pretender conservar viva la persona de Jesús, sino una realidad conservada por el depositum fidei del pueblo de Dios.
ResponderEliminarAutor: Javier Alejandro Méndez Gamero
Hace además, especial énfasis que el cuerpo y la sangre de Cristo recibidos son asimilados de tal forma por el cuerpo y alma del cristiano que lo hacen partícipe de la vida divina.
Indica finalmente el modo en que se debe acercar el fiel a recibir la comunión y que debe dar gracias después de esto.
En su doctrina nos deja ver una total confianza a las palabras de Cristo y como sucede el milagro de la transubstanciación sólo por el poder de sus palabras y así al alimentarnos de su cuerpo con una fe sin dudas, nos unimos íntimamente a Él.
ResponderEliminarEs cierto que sólo vemos pan y vino, pero sabemos que gracias al Espíritu Santo, ese pan y vino se convertirán en cuerpo y sangre del mismo Cristo.
Así pues, la Iglesia unida pide cada vez que se realiza este sacrificio, ahora incruento, por la paz de todo el mundo.
Es muy de resaltar cómo confía totalmente en que las palabras de Dios se cumplen y tienen su propio peso.
Oscar Noé Meléndez Miranda
SAN CIRILO DE JERUSAÉN
ResponderEliminarDoctrina Eucarística.
Él nos invita a no dudar, ya que si Jesús dijo: este es mi cuerpo y esta es mi sangre, refiriéndose a él pan y el vino ¿por qué hemos de decir que no lo son? Si Él es la Verdad. Con el poder da transformar el agua en vino en Caná, la fe en el poder del Señor nos ha de llevar a creer, a pesar de que nuestros sentidos no muestren otra realidad. Por otra parte Cristo es quien nos hace dignos de recibir su cuerpo y su sangre. La catequesis mistagógica de Cirilo es muy importante ya que nos habla de la epíclesis o invocación del Espíritu Santo, que hace posible la conversión del cuerpo y la sangre de Cristo.
ABRAHAM MERCADO CASTRO.
¿Dudaremos de que sea cuerpo y sangre de Cristo cuando él mismo dice que es su cuerpo y su sangre? Si convirtió agua en vino, ¿no puede convertir vino en sangre? Estamos plenamente seguros de que es su cuerpo y sangre, si participamos nos hacemos concorpóreo y consanguíneo suyo, aunque los sentidos nos sugieran que son pan y vino, la fe debe convencerte. Invocamos al Padre que envíe su Espíritu Santo para que convierta el pan y vino. Hacen, después del sacrificio incruento, ruegos a Dios por la paz, por los difuntos y los que necesitan. Las cosas santas son para los santos. Explica Cirilo la manera de comulgar con la mano y acercarse al cáliz con inclinación, adoración y veneración.
ResponderEliminarISAAC ESAÚ GUZMÁN TORRES
San Cirilo nos transmite una catequesis acerca de la Eucaristía, lo principal para él es que al momento de acercarse a la Eucaristía se debe hacer desde la Fe, pues si juzgamos con un sentido totalmente material no podremos ver la grandeza de Dios. Comenta San Cirilo que el pan y el vino son convertidos en el cuerpo y la sangre de Cristo gracias al Espíritu Santo. Además son alimentos substanciales que alimentan el alma y no sólo al cuerpo. Por lo tanto, solo los santos son quienes se pueden recibir dicho alimento, y para recibirlos tienen que tener una actitud de veneración y adoración.
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén: Me interesa mucho como San Cirilo fundamenta la verdad de la presencia eucarística en Cristo mismo que es la Verdad y de cuya palabra no podemos dudar. Uno de los temas que él toca es la “concorporeidad” y “consanguineidad” con Cristo al comulgar, es algo que los cristianos hemos olvidado mucho y al no tenerlo presente se dificulta el que realmente asimilemos lo que comemos, y al no asimilarlo no nos convertimos en lo que hemos comido.
ResponderEliminarJosé Antonio Larios Suárez
Doctrina Eucarística del Santo Padre CIRILO DE JERUSALÉN
ResponderEliminar[Comentario: David Gutiérrez Murillo, 2° Teol.]
Los textos que el P. Manuel nos comparte son de las catequesis mistagógicas IV y V.
En lo que más insiste San Cirilo es en la real presencia de Cristo en las Especies Eucarísticas: no hemos de dejarnos llevar por los sentidos pues no es pan y vino, sino Cuerpo y Sangre de Cristo.
Algo que me llama fuertemente la atención es que al comulgar nos hacemos con-corpóreos y con-sanguíneos de Cristo, ¡somos sus portadores!, nos hacemos consortes de la naturaleza divina [nos divinizamos].
Se nota un claro esquema de la Eucaristía: la epíclesis, la oración universal, el Padrenuestro, la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo [en la recepción del Cuerpo de Cristo parece que se recibe la comunión en la mano derecha; con la Sangre de Cristo se tocaban las manos, los ojos y todos los demás sentidos] la oración de acción de gracias después de la comunión, etc.
Finalmente, me impacta la disposición requerida para recibir la Santa Comunión: la condición es la santidad. Cuidar la Eucaristía como el más preciado tesoro.
San Cirilo responde a los incrédulos que se resisten a creer en la presencia eucarística del cuerpo y sangre de Cristo en las especies del pan y el vino. Enseña la conveniencia de comulgar y los beneficios que reciben los miembros que se unen a Cristo alimentándose de este «sacrificio de propiciación» o anticipo que se ofrece por quienes lo necesitan (vivos o muertos). También invita a la adoración, recalcando insistentemente la realidad y sustancialidad de la presencia del cuerpo y sangre de Cristo, y con empeño recalca que al comulgar la persona sea consciente de que es el mismo Cristo a quien recibe, por tanto sea piadosa y reverentemente su postura. J. FELIPE DE JESUS BARAJAS R.
ResponderEliminarSi las catequesis mistagógicas tenían como finalidad explicar los Misterios a los neófitos, las de Cirilo lo hacen muy bien: explica que la palabra de Cristo es verdadera al decir "ESTO ES MI CUERPO", que tiene verdadero poder e convertir el vino en Sangre (como en Caná), prefigura en varios textos lo que dirá después Tomás de Aquino sobre cómo los sentidos fallan ante la Eucaristía (Visus, tactus, gustus in Te fallitur... credo quidquid dixit Dei Filius), además de comentar cómo debe de recibbirse la comunión en la mano y la respuesta Amén, vigentes todavía hoy.
ResponderEliminarFERNANDO VAZQUEZ BAÑUELOS
San Cirilo De Jerusalén invita con sus prédicas a creer firmemente en que las palabras que Jesús mismo pronuncia para que sus apóstoles perpetúen su sacrificio, son en realidad lo que que anuncian: Su Cuerpo y su Sangre. Pues, así como en las bodas de Canaán El mismo convirtió el agua en vino, con cuánta mayor razón convertirá el pan en su Cuerpo y el vino en su sangre después de la consagración.
ResponderEliminarLa actitud reverente antes y después de la comunión es indispensable para manifestar corporalmente lo que internamente recibimos como gracia sin igual...
Es de notar que san Cirilo de jerusalén nos habla sobre la celebración de la Eucaristía y de sus implicaciones tanto en el participar como en la preparación: en la participación llama la atención de la manera de recibir la comunión en la mano y el significado que tiene la respectiva postura, así como el acercamiento a beber del cáliz que contiene la Sangre de Cristo. Es de notar la importancia que tiene la fe, como preparación a la Celebración Eucarística, sobre la transubstanciación de las especies Eucarístas, ya que el pan y el vino, una vez pronunciada la formula de consagración, verdaderamente son el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por último, es de notar la mención sobre las interseciones dentro de la Plegaría Eucarística que se hacen en la Celebración de la Misa actual, al pedir por los difuntos para que gocen de la Gloria Eterna y que los santos intercedan por los que aún estamos en este mundo.
ResponderEliminarJacobo Sandoval Betancourt
Nos habla algo que despues lo vamos a escuchar en la secuencia que hace Santo Tomás de Aquino en su secuencia del jueves de corpus, alcanzo a descubrir que Auino no fue tan original, pues se nos presenta que lo que vemos en la Eucaristía, vemos que es pan y vino, en realidad cuando se consagra el el verdadero cuerpo y sangre de Cristo, alcanso ver la gran fe que tenía, la invitación es a vivir realmente el misterio más grande que es la Eucaristía.
ResponderEliminarEnrique Hernández Osorio
Es muy importante ver este Santo Padre nos habla sobre la celebracion Eucaristica y toda la importancia k tiene la misma, y sobre todo la fe como se debe de celebrar, asi como el de beber elcliz donde esta contenida la Sangre de nuestro senor Jesucristo, es ver como desde antiguo la iglesia como Cuerpo ya celebraba estos sagados misterios asi como la importancia k se le da asi como se debe vir este misterio de amor.
ResponderEliminarJose Alberto Rocha Rodriguez.
SAN CIRILO DE JERUSALÉN
ResponderEliminarEs necesaria la conexión de la vida en Cristo con actitudes coherentes hacia los demás que Cirilo muestra en su doctrina eucarística, pues no sólo tiene la fe en la presencia real y verdadera de Cristo en el pan y en el vino, sino que indica posturas corporales para recibir dignamente tan preciado don.
José Becerra Enciso
San Cirilo nos clarifica que somos consortes de Cristo, por lo que padecemos y sufrimos su misma suerte; además que la fe siempre nos debe de convencer. Es uno de los que menciona la invocación de la epíclesis para que los dondes del pan y el vino se conviertan en la sangre y la carne del Señor, y que en la misma eucaristía pedimos a Dios su auxilio y misericordia para con todos, ofreciendo después a Cristo sacrificado, el cual es alimento sólo de los santos; por ello es el más precioso tesoro que podemos tener. (Gustavo Alfredo Ramos Vega)
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén
ResponderEliminarEs clara la preocupación del santo por defender la presencia real y verdadera de Cristo en las especies Eucarísticas, pues Él con su misma palabra lo ha enseñado así. Cristo pues, tiene el poder de convertir el vino en su sangre, aunque veamos vino y no sangre. Por lo tanto, es así, que por la fe hemos de creer que es el cuerpo y la sangre del Señor y no ya pan y vino. Enseña también que el sacrificio espiritual, es un sacrificio que se ofrece en propiciación y hace tanto bien, a vivos y a difuntos. Mateo López Rodríguez
Lo que me llama la atención de su doctrina eucarística es cuando comenta el milagro de las bodas de Canaán; donde dice que convirtió el agua en vino, pero la pregunta que hace es muy acertada ¿Tú le crees a Cristo cuando convierte el vino en su sangre?
ResponderEliminarAfirma que aunque el alimento eucarístico sepa a pan y vino, no lo son sino el cuerpo y la sangre de Cristo.
Es una invitación a superar la evidencia de los sentidos y demos el asentimiento de nuestra fe.
Su doctrina eucarística es una invitación a tener fe en la presencia del Señor. Nos dice que el pan Eucarístico ya no es sólo pan sino Cuerpo de Cristo y el vino consagrado ya no es sólo vino sino la Sangre del Señor. Teniendo una disposición adecuada para acercarse a recibirlos.
ResponderEliminarEUDALDO TORRES PEREZ.
Afirma la presencia real de Cristo en su transformación a Cristo del pan y del vino. Quien recibe a Jesús ha de estar lleno del Espíritu Santo; porque es obra del Espíritu Santo. Es el pan sustancial recibido con reverencia y respeto; manos juntas y también pidiendo por los demás.
ResponderEliminarJorge Gutiérrez Arellano.
El sacrificio de Cristo nos da su cuerpo que nos llena dee confianza y fe en Cristo porque Cristo es el salvador de todos y su carne nos hace incorrupiblesEVARISTO fLORES oCHOA
ResponderEliminarDebemos los bautizados en Cristo poseer suficiente fe, especialmente al tratarse de las especies eucaristicas que son el Cuerpo y Sangre de Aquel que nacio en Belen de Judá.
ResponderEliminarNéstor Ricardo Mariscal Álvarez. min.
San Cirilo de Jerusalén
ResponderEliminarSu doctrina Eucarística de este santo padre es una buena catequicéis para alguien que no sabe muy bien de que se trata este sacramento, puesto que empieza fundamentando desde la persona de Cristo. Para el cual no hay nada imposible. Es Él quien ha querido dársenos como alimento espiritual para el alma. Por ello nos invita a tener amor y reverencia a las cosas Santas.
Sergio Carbajal Nuño
San Cirilo invita a tener fe en la Eucaristía aunque para nuestros sentidos se vea puro pan y puro vino, es en relidad el cuerpo y sangre de Cristo presente en el pan y el vino. No dejemos que nuestros sentidos no hagan dudar y si pasa eso pidamos a Dios la fe para creer en la Eucaristía.
ResponderEliminaratt. Fernando Aguilera González
Nuestro santo habla de la presencia real de Cristo en el sacramento eucarístico. Para Él, esto es posible, ya que su poder es grande, ya que si convirtió el agua en sangre en las bodas de Caná, puede convertir el pan en su cuerpo -comenta San Cirilo- Entre otras cosas dice que por la acción del Espíritu Santo se transforma y aunque nuestros sentidos no lo capten así, realmente en Cuerpo y Sangre de Jesucristo que se debe recibir lo más digno posible.
ResponderEliminarSan Cirilo de Jerusalén
ResponderEliminarLa realidad del cuerpo de Cristo que se hace presente en la Eucaristía, puede existir la duda de la presencia, del Señor, pero sin duda Cristo está presente en la Eucaristía, por la fe de los cristianos y por las manifestaciones del Señor en los milagros Eucarísticos donde Cristo se hace presente, no es pan, no es vino, sino el cuerpo y sangre de Cristo que hace fuerte la fe de los cristianos.
Jose Guadalupe Jimenez Nuñez
SAN CIRILO DE JERUSALEN.
ResponderEliminarEl milagro de la Eucaristía, a nuestra mente y a nuestros sentidos parece una falacia, mas a través de la fe y con mirada fervorosa entenderemos que el Dios creador a mirado la humillación de su pueblo y por tal, ha enviado a su Hijo, quien por amor se ha quedado en su totalidad bajo las especies del Pan y del Vino para la salvación de los hombres.
Ernesto Martín Valdez Zambrano
San Cirilo de Jerusalén.
ResponderEliminarEl pan y el vino no son sólo elementos para la celebración Eucarística sino que realmente son El cuerpo y la sangre de Cristo; de ahí que se nos manifieste la bondad de Dios, a través de los Milagros Eucarísticos. Pan Celestial, no solo para alimentarnos, sino para la salvación.
Con aprecio y estima: Sebastián Rivas Mariscal.
Explicando San Cirilo sus catequesis a los neófitos en el tiempo de la Pascua, en este pensamiento nos invita a centrar nuestra fe en la presencia eucarística del Señor, aunque nuestros sentidos nos digan que es pan y vino en esas especies está realmente presente el Señor, el obispo de Jerusalén nos invita a juzgar este misterio no por lo que nos presentan los sentidos, sino por lo que la fe cree con firmeza.
ResponderEliminarSan Cirilo nos ofrece una doctrina precisa para demostrar la presencia real de Jesucristo en las especies consagradas. Y dice que habiéndonos mostrado el poder que tiene en las bodas de Caná no hemos de dudar de lo que nos sentidos nos muestran. ARMANDO GONZÁLEZ
ResponderEliminarSan Cirilo nos exhorta a creer en la realidad de la presencia de Cristo en la Eucaristía, aunque nuestros sentidos nos digan otra cosa, nuestra seguridad de la presencia se encuentra en la asistencia del Espíritu Santo y las palabras poderosas de Cristo. Gran don es el otorgado en la comunión del Pan y del Vino consagrados: la vida divina. Se nos invita a acercarnos a la comunión con gran respeto y cuidado, ya que lo que recibimos es el más grande de los tesoros. Fabián Estrada Campos.
ResponderEliminarMe gustan mucho las analogías y en el caso de este santo, san Cirilo de Alejandría me llamó la atención la analogía que hace: cuando Jesús entra en la casa de Pedro pudiendo decir a la enferma (la suegra) -dejad la enfermedad, levántate- pues era Dios, permite ser tocado, pues es carne de Dios; la toco de la mano y inmediatamente la fiebre se alejo. Ahora cuando tenemos ese contacto con el Señor (y el se deja tocar -encontrar-) se apagan todas las pasiones desordenadas para ponernos a su servicio.
ResponderEliminarEl hombre debe unirse a Cristo sin pecado, despojándose de sí mismo y entregándose a una purificación entera de su ser, debe celebrar el sacrificio de Cristo participando en la Eucaristía y de gustando el pan celestial. Por tanto el hombre no tiene que tener ningún apego pues el hombre dividido no puede gozar de la presencia del Señor en su vida.
ResponderEliminarOscar Humberto Rodriguez Medina ( T R I K I S)
perdon, el comentario anterior es de eusebio de Ceserea. el trikis
EliminarESTE ES EL BUENO!!!!!!
ResponderEliminarCristo está presente en la Eucaristía, por la fe de los cristianos y por las manifestaciones del Señor en los milagros Eucarísticos donde Cristo se hace presente, no es pan, no es vino, sino el cuerpo y sangre de Cristo que hace fuerte la fe de los cristianos. De este modo podemos decir que un hombre que se acerca a la Eucaristía tiene que pedir la fe al Señor pues de lo contrario tendría siempre la duda de que Jesucristo no está en el sacrificio Eucarístico.
OSCAR HUMBERTO RODRIGUEZ MEDINA ( T R I K I S)
San Cirilo de Jerusalén:
ResponderEliminarSi Jesús pudo convertir el agua en vino, por qué no creerle que pueda convertir el vino en su sangre, si Él sigue siendo el mismo de ayer, hoy y siempre. Aunque los sentidos digan que es pan, la fe nos dice que es cuerpo del Señor. Otro punto muy interesante es la manera de cómo recibir el sacramento de la comunión y en qué posición, pero yo digo que la mejor manera de recibir a nuestro Señor es en estado de gracia, sintiéndonos indignos; solo así le rendiremos la mayor reverencia que de nuestro ser pueda salir.
Atte: Juan Carlos Zambrano Herrera.
El quiere manifestar en su doctrina eucaristica la realidad de la presencia del cuerpo de Cristo y de su sangre en el pan y el vino y tambien invita a tener fe en la presencia del Señor aunque nuestros sentidos solo vea pan y vino
ResponderEliminarOscar Ivan Rivas Perez
Comentario a la doctrina eucarística.
ResponderEliminarAfirma San Cirilo que no podemos dudar de la Palabra de Cristo, pues él es la Verdad y el poder de su Palabra se manifiesta en la real presencia de su cuerpo y de su sangre en las especies eucarísticas tras la epíclesis sobre las ofrendas, aunque nuestros sentidos no indiquen otra realidad. Por lo tanto, la actitud de quien se acerca a comulgar debe hacerlo con toda reverencia y dar gracias después de haber recibido la comunión.
LUIS ALFONSO GARCÍA FUENTES
Este Obispo del S. IV, depuesto de su sede tres veces por los arrianos, y que participó en el Concilio de Constantinopla, nos ha dejado un legado impresionante en cuestiones catequéticas. En cuanto a la doctrina Eucarística, asegura la real presencia de Jesucristo en la Eucaristía, pues “quién se va a atrever a dudar de las Palabras de Cristo: Esto es mi Cuerpo, esta es mi Sangre…”, además, si pudo convertir agua en vino en las bodas de Canaán, ¿no hemos de creerle cuando convierte el vino en sangre? Y cuando partipamos de su cuerpo y sangre de Cristo, somos hechos concorpóreos y consanguíneos suyos, portadores de Cristo, consortes de su divina naturaleza. Aunque los sentidos nos engañen, la fe es la que nos convence. Es novedad el que hable de la epíclesis sobre las ofrendas, que hace posible la conversión en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Pide que sean sólo los santos los que se acerquen a recibir este pan substancial. Y es muy claro acerca de cómo deben acercarse a comulgar: poniendo a la mano izquierda como trono de la mano derecha, recibiendo en la cavidad de esta mano el Cuerpo de Cristo, evitando perder algo de Él. Debes acercarte inclinado, en actitud de adoración y veneración, santíficate diciendo el amén.
ResponderEliminarDoctrina eucarística
ResponderEliminarComentarios:
Catequesis mistagógica IV, 1-3, 6 y 9
No podemos dudar de la presencia de Dios en las especies eucarísticas; Jesús lo asegura: este es mi cuerpo, esta es mi sangre. Da su palabra y tiene la facultad para hacer lo ordinario algo extraordinario. Sin embargo, en la actualidad debido a que queremos todo científicamente comprobar, no nos interesa la fe. Pues no lo vemos, no lo palpamos, no escuchamos su voz de Jesús. Por ende no está presente o en todo caso no existe.
Dios nos ama tanto que nos hace participar de su vida divina. Formamos una sola cosa cuando lo comulgamos. Una misma sangre, un mismo cuerpo. Es más, nos hace cónyuges de la divina naturaleza. Considero en lo personal que no hay la suficiente conciencia de este regalo y por esa razón nos pasa desapercibido recibirlo asiduamente o separarnos de Él.
La fe es una virtud teologal lo sabemos, ella nos ayuda a fiarnos de Él, adherirnos a su persona. Hoy casi todos carecemos de esta virtud y es que nos hemos hecho muy escépticos y reflexionamos tan poco, que no caemos en la cuenta que en cuestiones de misterio escapa nuestro intelecto.
Catequesis mistagógica V, 7-10, 15, 19 y 20-22
Es el Consolador el que es capaz de transformar el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo. Mucha gente piensa que el sacerdote tiene el poder y no; él sólo es el intercesor para pedirle al Padre que envíe al Espíritu Santo para que transforme.
Cristo fue capaz de derramar su sangre por nosotros para perdonar nuestros pecados, nosotros ¿qué tanto nos sacrificamos por los demás? Y en esto considero que nos hace falta amar. Todos necesitamos de todos. Debemos combatir el egoísmo que tanto divide.
El ser humano está compuesto de cuerpo y alma, pero le damos más importancia a lo somático olvidándonos que tenemos espíritu. El espíritu necesita de un alimento especial que es la Eucaristía pero eso sí en gracia debemos estar.
Pocos son los que se acercan a recibir la Eucaristía y en lo general se percibe que hay conciencia de lo que se está recibiendo y sobre todo hay piedad y respeto.
Considero que debemos educar a nuestra gente como futuros pastores a dialogar con Dios es decir, a saber orar y a darle gracias pues no somos dignos de recibirlo.
Higinio Juárez Rendón
En su Catequesis mistagógica, afirma que nosotros recibimos a Cristo en figura de pan y en figura de vino, para de este modo, al participar de de Él, cada uno sea hecho concorpóreo y consanguíneo suyo, de modo que seamos portadores de Cristo, al distribuirse en nuestro cuerpo, su Cuerpo.
ResponderEliminarComentario de San Cirilo de Jerusalén
ResponderEliminarlo que tanto nos hace bien a nuestro organismo ha de ser bien aprovechado. Jesús Eucaristía, me parece, según lo que nos comparte este padre de la Iglesia, es la fe lo que nos lleva a creer que es cuerpo y sangre de Cristo. Según sus palabras en la última cena tienen valía para todos los tiempos, “Hagan esto en memoria mía”. Omar Gerard Leyva Cárdenas
Él nos ayuda a creer en la presencia real de Cristo en la sagrada comunión, ya que nos recuerda cómo, al comulgar su cuerpo y su sangre, nos hace partícipes de su divinidad. Esto es posible por el poder que Cristo siempre ha tenido, como lo manifestó en las Bodas de Caná de Galilea al transformar el agua en vino, y también por la intervención del Espíritu Santo. Finalmente nos recuerda cuando san Pedro habla de nuestra participación divina en una de sus cartas (2 Pe 1, 4).
ResponderEliminarEduardo Camacho Nieves